24 mayo 2016

El neo burgués.

   La neo burguesía es la manía de sostener, aparentar o asumir una disformidad de pretensiones, juicios y valores en principio contrarios a aquellos adquiridos en la infancia acaecida en un contexto de limitaciones económicas no extremas.

   Esta es una de las formas en que visualizo a algunas personas de las que he llegado a conocer, directa o indirectamente, sus orígenes, educación, crianza y desarrollo infantil. Con toda seguridad, la información que poseo es incompleta y en algunos casos sesgada, sin embargo, los patrones comunes prevalecen, sobre todo si éstos vienen reforzados por la pasmosa frecuencia.

   Cada vez me es más cotidiano encontrarme con personas que ostentan, de facto o de manía, una petulancia propia del adagio popular "el que nunca ha tenido y llega a tener, loco se quiere volver", algunos de los cuales, buscando llenar o distraer con desesperación los múltiples vacíos existenciales y/o emocionales que gobiernan su psique, sin ser conscientes de ello.

   Las herramientas y mecanismos que han encontrado los verdaderos burgueses y poderosos que han, no sólo favorecido, sino fomentado esta fiebre aspiracional neo burguesa, se encuentran dispersos en los distintos espejismos propios de la sociedad de consumo en la que nos encontramos inmersos, así como en una política de abaratamiento intelectual sostenida por los actuales modelos educativos, cuyo principal objetivo no es otro que el del sometimiento integral del individuo.

   Tampoco se trata de no poseer comodidades, bienestar o satisfacciones, finalmente la vida también de eso se trata: de disfrutarla; pero cuando el sentido de la brújula de la ética racional se distorsiona y lo otrora norte es ahora sur, cuando el oprimido se vuelve opresor, cuando el demócrata se vuelve dictador, cuando la honestidad y la ética se transmutan en conveniencia, cuando la administración estratégica se convierte en despilfarro y derroche, cuando el compadrazgo y favoritismo superponen al mérito, cuando la rigidez y calidad educativa se deforma en insípidos indicadores y solapamiento de holgazanes entre muchas muchas otras cosas, es que algo está pasando, algo no está bien, y ese algo podríamos ser nosotros mismos en nuestro proceso subconsciente de mutación neo burguesa.

   En lo personal, lamento tener que lidiar con este tipo de situaciones en el trabajo, con la familia y, en general, en la vida cotidiana. Poseo elementos para establecer cómo es que una misma educación deriva en patrones de conducta sumamente divergentes; entiendo que esto es más que comprensible desde el punto de vista de la individualidad de las personas y diversidad de caracteres, pero también considero que los valores y principios deben prevalecer, ya que cuando uno olvida intencionalmente sus orígenes, cuando se pierde la perspectiva de proveniencia individual y del núcleo familiar, se pierde también el rumbo y se avería la brújula del sentido común que es cada vez más, al parecer, el menos común de los sentidos, transgrediendo con ello la segunda de las tres preguntas fundamentales del comportamiento y de todo ser humano consciente: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy?

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